Lucia Bravo para China en America Latina

En medio de las negociaciones con una parte de los acreedores de la deuda, el Banco Central Argentino y el Banco de la República Popular de China firmaron la renovación de un nuevo swap. Este acuerdo por más de 18 mil millones de dólares busca engrosar las reservas argentinas, y tiene una vigencia de 3 años.Pero ¿que es un swap? ¿porque argentina lo acepta o lo necesita? ¿De qué nos sirve tener reservas en nuestro Banco Central en moneda china (yuanes)?¿A cambio de que se realiza este canje?
De qué hablamos cuando hablamos de Swaps
Un swap o “intercambio” en español es un mecanismo por el cual dos agentes, que pueden ser bancos, empresas, o gobiernos, se comprometen a cambiar divisas o dinero en determinadas fechas. La operación no se realiza de forma inmediata sino que se efectúa en “cuotas”, es decir cumpliendo montos y fechas previstas a lo largo de un determinado período. Un intercambio de este tipo permite que China también pueda solicitar el acceso a pesos argentinos.Una vez finalizado el intercambio financiero, el Banco Central deberá devolver la cantidad de yuanes utilizados y, a su vez, China deberá reintegrar el total de pesos recibidos. La utilidad de este mecanismo es que la Argentina puede pagar las importaciones de este país con esos yuanes, sin recurrir al uso de dólares.
No es un instrumento nuevo, luego de la crisis del 2008 el Banco Popular de China (BPC, Banco Central) firmó swaps con 35 países, entre ellos Argentina, Brasil y Chile. Este intercambio de divisas tiene dos finalidades; para el país receptor poder ser utilizado como reservas ante una crisis cambiaria; para el país emisor, en este caso China poder ampliar la internacionalización de su moneda (denominada yuanes o renminbi) en contraposición al dólar.
El swap es un intercambio de divisas entre dos países, no un préstamo. Mientras no se active (se cambie a dólares) no tiene costo financiero, pero es una vía rápida de inflar el nivel de reservas y en caso de crisis poder usar ese dinero para intervenir en el mercado cambiario.
Desde el comunicado donde oficializan el nuevo swap el Banco Central afirma :
“estos acuerdos son centrales para reforzar el control de la entidad sobre las variables financieras, además promueven el fortalecimiento de las condiciones para dar soporte al comercio y la inversión entre ambos países y promover una mayor estabilidad financiera afianzando la relación entre ambos bancos centrales. El Swap permite diversificar la cartera de activos que forman parte de las reservas en un momento en que diferentes economistas a nivel internacional empiezan a plantear la posible devaluación del dólar norteamericano. En los últimos dos meses el oro fue una de las inversiones estrellas de los mercados internacionales”
El caso de Argentina
Tras la crisis del 2008 el nivel de reservas de Argentina rondaba el 15% del PBI (u$s47.000 millones). En el 2009 con el objetivo de tener un resguardo de liquidez frente a una posible crisis internacional, el entonces presidente del BCRA Martin Redrado introdujo el primer swap con China por u$s10.000 millones. El acuerdo no se utilizó y venció sin ser renovado.
En julio de 2014 bajo la presidencia del BCRA de Miguel Angel Pesce, Argentina negoció un nuevo canje equivalente a u$s11.000 millones por tres años. En el marco de una balanza comercial negativa, bajo ingreso de divisas por inversión externa directa, el canje se utilizó para fortalecer las reservas que habían llegado a u$s27.900 millones.En ese momento el swap chino representó el 39% de las reservas.
En el año 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri, Luis Caputo acordó una ampliación de u$s9.000 millones con vencimiento en 2020 al acuerdo ya vigente de u$s11.000 millones. En ese momento las reservas internacionales del BCRA estaban estabilizadas cerca de u$s48.000. A comienzos de julio el swap representaba una quinta parte de las reservas.
En el marco del G20, el gobierno argentino negoció con China un nuevo canje, por u$s 8.725 millones que también vencen en el 2020. Las reservas internacionale ees del BCRA habían caído a u$s37.200 millones equivalentes al 5% de las importaciones de 2018. El swap chino equivalía en ese momento al 23% de las reservas.
El nuevo canje de agosto de 2020 es de u$s 18.500 millones. Las reservas internacionales se ubican en u$s 43.345 millones por lo que la renovación del SWAP representa cerca del 43 por ciento de las reservas.
¿A cambio de que se realizan los swaps?
Por su magnitud, duración y reiteradas activaciones los acuerdos de intercambio de monedas entre los bancos centrales de Argentina y China son clave en la consolidación de la relación bilateral. A su vez, en la nueva reconfiguración mundial de China como potencia global, el swap se enmarca en el proceso de internacionalización del renminbi. Entonces ¿a cambio de que se realizan los swaps?
Por un lado, para un país como Argentina cuyo principal socio comercial es China (que desplazó a Brasil) tener una gran parte de las reservas nacionales (42%) en yuanes delimita en gran medida los márgenes de diversificación de los mercados. Mientras Argentina no sea capaz de exportar productos con mayor valor agregado, el ingreso de divisas será escaso. En el contexto de renegociación de la deuda, el acuerdo con China permite engrosar las reservas del banco central en caso de una crisis financiera pos pandemia.
Por otro lado el gigante asiatico mantiene una guerra comercial con Estados Unidos, donde latinoamérica es un territorio en disputa. Acuerdos como el swap se dan dentro de los planes de la nueva ruta de la seda, donde mediante financiamiento del banco asiatico se llevan a cabo importantes obras de infraestructura.
Entonces ¿cuál es la utilidad real del swap? si tenemos en cuenta que el Banco Central chino firmó también acuerdos con 32 países, entre ellos, Brasil, Chile, Rusia y Suiza podemos ver que se trata de una estrategia implementada hacia países desarrollados como en desarrollo. El objetivo del país asiático consiste en aumentar la presencia de su moneda en el mundo, o sea en la internacionalización del yuan, que poco a poco se va constituyendo como la principal moneda de reserva en el mundo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó al yuan como moneda de reserva, por lo cual podrá ser contabilizada como tal en los balances de los diferentes Bancos Central, al igual que el dólar, el euro, la libra y el yen.
En el marco de que Argentina mantiene un comercio deficitario con China, utilizarìa el swap como una forma de intercambio comercial sin tocar las reserva en dólares, por lo que podìa aumentar los depósitos de moneda extranjera y reforzar los niveles de reservas del Banco Central.