
Se repiten las reuniones entre funcionarios chinos y estadounidenses, a fin de resolver en torno a su guerra comercial, ante la tregua dispuesta (en la reunión del G-20), que vence el 1 de marzo. Hay temas álgidos, como patentes y propiedad intelectual, donde los chinos nunca hicieron los deberes. Pero, a la Argentina le interesa decididamente el comercio.
En los últimos meses, se registró una reducción en el comercio internacional chino: en diciembre las ventas cayeron un 1,4% respecto al mes previo, acumulando una baja interanual del 4,4%. Las importaciones descendieron un 10% respecto de noviembre y un 7,6% en relación a 2017.
Estados Unidos es uno de sus tres principales socios. En 2018, el intercambio bilateral creció apenas 5,7%, inferior al 7,9% con la Unión Europea y el 11,2% con los países de la ASEAN.
En el 2018, la inversión china en los Estados Unidos cayó a su nivel más bajo de los últimos siete años, con mermas del 84% con respecto a 2017 y del 90% en relación a 2016.
Según un estudio de la CEPAL (2018), la aplicación de nuevos aranceles entre China y los Estados Unidos, generaría una perdida relativa mayor para la economía asiática. El impacto sobre su producto sería de 1,2%, frente al 0,2% en el caso de los Estados Unidos. Las ventas chinas a EE.UU. representaron el 3,6% de su PBI en 2017, mientras que las exportaciones norteamericanas a China significaron el 0,7% de su Producto. Esto explica la premura china por una solución al conflicto. También su relativa debilidad negociadora.
En un escenario de agravamiento de las tensiones comerciales y de las represalias por parte de otros socios (también afectados) de los EE.UU. (Unión Europea, Canadá, Rusia, India, Japón, México y Turquía); la Argentina se vería momentáneamente beneficiada, con un potencial incremento de sus ventas externas tanto a China como a los EE.UU. Nuestro país puede exportar, sin sobretasa, pero con cupo, a los Estados Unidos, acero y aluminio. Los otros socios, no.
Según la CEPAL, de seguir la refriega, nuestras exportaciones a China podrían crecer un 15,4% (con un arancel promedio de 4,2%), en tanto las ventas a EE.UU. lo harían en un 1,3% (con un arancel medio de 2,9%).
El arancel medio que debe enfrentar Argentina para ingresar al mercado chino en el rubro “Agricultura, caza y pesca” es del 4,5%; mientras que EE.UU. actualmente abona una sobretasa de 11,8% y abonaría un adicional de 2,3 puntos, de suspenderse la tregua. Con respecto al rubro “Alimentos, bebidas y tabaco”, la tasa que enfrenta nuestro país es del 10,4%; en tanto los EE.UU. pagan una sobretasa de 8,2%, que se incrementaría en 6,1 puntos si escala el conflicto.
En síntesis, el transitorio desvío de comercio entre China y los Estados Unidos, favorece a los exportadores de América Latina, en particular a La Argentina, con perfiles productivos similares a los de los EE.UU. Pero, todo puede cambiar, a partir de este fin de mes.
(*) Director de Estudios Económicos, Bolsa de Cereales de Bahía Blanca.