China corteja con galantería y recursos a Latinoamérica: ofrece inversiones directas, préstamos, le compra, le vende y le pinta un promisorio futuro de seguridad.

Durante los últimos diez años el intercambio comercial con la región se ha multiplicado por 25. Pero en este romance signado por intereses, asuntos ideológicos y necesidad de recursos financieros y naturales asoman nubarrones. El precio del petróleo cae y eso altera las cuentas, los productos terminados Made in China inundan mercados y afectan a los fabricantes locales. Exploramos el lado oscuro de la relación con China.

 

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